Viajar a Francia
Nuestra majestuosa hermana europea. Francia es sinónimo de elegancia, lujo y glamour. Que Francia sea la cuna de grandes diseñadores de moda y artistas no es de extrañar ya que el propio país es pura inspiración. Sus ciudades son historia: museos, parques, palacios o monumentos, todos los rincones tienen algo que contarte. Embutidos, queso y repostería, su gastronomía desde luego no se queda atrás.
Francia es sinónimo de baguettes y queso, sin embargo existe una amplia variedad de platos típicos del país gabacho:
Se trata de una tarta salada hecha con pasta, panceta, salsa de crema de leche y huevo aromatizada con pimienta y nuez moscada.
Pollo al vino que se suele acompañar con cebolla.
Buey estofado en ajo, cebolla, setas, hierbas y vino tinto de Borgoña.
Una de las comidas más típicas de Francia. Similar al pisto, se trata de verduras guisadas que se suelen aromatizar con especias y hierbas provenzales.
Pese a que antiguamente era muy común entre las familias más humildes, actualmente es uno de los protagonistas de la cocina francesa. A esta sopa de cebolla hecha con mantequilla y aceite, se le añade pan con queso gratinado.
Puedes escoger entre la versión dulce o salada. La comida rápida por excelencia en Francia.
Esta joya de Marsella es famosa por sus paisajes, su patrimonio cultural y su excepcional biodiversidad. Se trata del único parque nacional de toda Europa terrestre, marino y periférico. Tiene alrededor de 140 especies protegidas y más de 60 marinas protegidas. Este magnífico territorio es imprescindible para los amantes de la exploración y del senderismo.
Paisajes de bosques y valles, castillos antiguos y pueblos mágicos, así es Midi-Pyrénées. Sin duda toda una experiencia para los viajeros más aventureros. Esta ruta de cuatro o cinco días te llevará por algunos pueblos como Albi, Cordes-sur-Ciel, Najac, Saint-Cirq-Lapopie, Rocamadour, Conques y Belcastel, en los que te sentirás el protagonista de tu propio cuento.
Situados en Alta Normandía, este lugar simplemente te cortará la respiración. Reconocidos artistas como Monet reflejaron estos acantilados en sus obras. Su verticalidad asusta a los más valientes… ¿te atreves a subir?
Sin duda, el paraíso de los esquiadores. Sus 330 pistas lo convierten en el mayor territorio esquiable del mundo. Aquí se encuentran algunas de las pistas más populares: Méribel, Courchevel, Les Ménuires o Val-Thorens. Sin embargo, el esquí no es la única opción: la escalada, el senderismo o el alpinismo son algunos de los deportes más frecuentes de este lugar.
Este restaurante de Lyon tiene nada más y nada menos que tres Estrellas Michelín. Si eres amante de la buena cocina, esta parada es obligatoria.
Si te gusta el vino y sabes disfrutar de su textura, olor y sabor, te recomendamos que hagas alguna de las seis rutas del vino que hay en la ciudad de Burdeos. Es una de las experiencias más recomendables que hay en la ciudad.
Este festival de cine se celebra en la ciudad francesa de Cannes. Se trata de uno de los eventos de más grandes honores dentro de la industria cinematográfica.
Podrás realizar esta ruta en el Valle de Loira, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este lugar atrajo a muchos reyes y artistas para fijar su residencia allí. La ruta te recorrerá castillos como el de Chenonceau o el de Chambord.
El lugar donde todos tus sueños se harán realidad. Según pises Disneyland comenzarás a respirar la magia y encanto que hay en su interior. Este mundo de cuento de hadas está presidido por el Castillo de la Bella Durmiente. Atracciones, cabalgatas, espectáculos… Conoce a Minnie, Mickey, Pluto y toda la familia Disney.
Inspírate para tu próximo viaje