Viaja a Marruecos
Playas kilométricas, calles laberínticas, zocos, ciudades de colores, montañas nevadas que contrastan con las dunas del desierto, parajes de un verde intenso… Así es Marruecos. Un país tan fascinante como hospitalario. Un país que te abre las puertas a una nueva manera de ver el mundo. Que te invita a enamorarte de todos y cada uno de sus mágicos rincones ¿Cuántas experiencias puedes meter en tu maleta?
Ubicado a tan solo 14 kilómetros de la Península Ibérica, lo primero que te llamará la atención de este impresionante destino son los paisajes cambiantes de sus ciudades. Desde la tonalidad anaranjada de las frenéticas calles de Marrakech, pasando por el azul intenso de las casitas de Chefchaouen, el blanco impoluto de Essaouira y la imponente medina de Fez, hasta la reparadora tranquilidad que se respira en destinos costeros como Casablanca y Agadir. Por no hablar del hermoso gigante de arena que podrás visitar desde cualquiera de ellas. Recorrer las dunas del Sáhara es una de esas experiencias que te cambia la vida. Que te atrapa en un universo nuevo y apasionante de dunas infinitas y paseos en camello. Un exótico escenario que se intercala con las majestuosas montañas nevadas de la cordillera del Atlas y con la belleza de sus valles.
La comida es otro de sus imperdibles. Tanto si tu preferencia son los puestos ambulantes de los zocos como si eres más de mesa y mantel, la gastronomía de Marruecos conquistará tu paladar desde el primer momento. Delicias como el cuscús, los tajines, la carne de cordero asada y las especialidades elaboradas con marisco de las ciudades costeras te transportarán a la vertiente más tradicional del país. En muchos de sus restaurantes populares se come con las manos.
Prepárate. Estás a punto de iniciar un viaje que te cambiará la vida. Marruecos es un destino para conocer a tu propio ritmo. Un destino auténtico que te abrirá sus puertas desde el primer momento. En general, los marroquís respetan mucho al turista y, en ocasiones, se interesarán por tu lugar de procedencia y te recomendarán lugares para visitar. ¿Una recomendación? Que no te tiemble la mano a la hora de regatear en los zocos. Algunos vendedores adoran regatear, y es frecuente que la negociación acabe en una amistosa charla.
Bienvenido a una perla exótica a la que querrás regresar una y otra vez. Bienvenido a Marruecos, el reino de la Luz.
Marruecos es tan infinito como fascinante. Tanto si prefieres sol y playa, como si quieres dedicar tus vacaciones a explorar los exóticos zocos de sus ciudades, los siguientes destinos marcarán un antes y un después en tu hoja de ruta. ¡Apúntatelos todos!
Mundialmente conocida por protagonizar una de las películas más emblemáticas de la historia del cine, Casablanca ha sabido combinar a la perfección tradición y modernidad. Las callejuelas serpenteantes de su medina antigua contrastan con sus barrios más modernos. ¿Una visita obligada? La Gran Mezquita de Hassan II, uno de los edificios religiosos más grandes del mundo que, además, permite la entrada a turistas. Su mercado central es uno de los más imponentes de Marruecos, y se convertirá en tu mejor aliado para llevarte un bonito souvenir a casa. En Corniche podrás disfrutar de un agradable paseo junto al océano Atlántico mientras observas las maravillas de su costa. Aunque, si hablamos de maravillas, tenemos que mencionar las impresionantes playas de Manesman y Tamaris.
Agadir es ese oasis en medio del ajetreo que te regalará unos días de relax junto al océano. El interés de Agadir radica en que es un destino versátil. La ciudad te ofrece maravillas arquitectónicas como La Kasbah y la Mezquita Mohammed V, además de opciones de relax como Playa Corniche. Sus inmediaciones son igual de interesantes. Por un lado, su cercanía a la entrada del desierto de Sáhara te brinda una opción ideal para conocerlo; por el otro, alberga paisajes verdes como el Parque Nacional Souss-Massa, un auténtico santuario natural que te enamorará.
Conocida como “la ciudad roja” debido al tono rojizo de sus edificios, Marrakech es puro espectáculo. Desde la increíble plaza Jemaa el-Fna, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pasando por la Mezquita Koutobia y las Tumbas Saadíes, hasta los hermosos Jardines de la Menara. Marrakech es una ciudad para volver una y otra vez. Sus zocos están considerados como los mejores de Marruecos. Muy cerca de la ciudad se encuentran iconos imperdibles como el Valle de Ourika, el desierto Sáhara y la imponente cordillera del Atlas.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Essaouira es el plan perfecto para desconectar. Un pintoresco conjunto de casitas blancas te dará la bienvenida a una ciudad tranquila con una preciosa medina y algunos iconos arquitectónicos como la Mezquita Ibn Youssef, la torre del Reloj y el mercado de Souk el Jdid, ideal para probar alguna de sus recetas autóctonas. Essaouira es conocida como la ciudad del viento, y supone un auténtico edén para los surfistas. Aconsejar visitas de: Fortaleza de Castelo Real de Mogador y el Puerto de Essaouira.
Fez es una de esas ciudades imperiales que deben de tener un apartado especial en tu agenda. Sus pilares vestidos de azulejos te darán la bienvenida a una de las ciudades que mejor ha sabido conservar su verdadero espíritu. Las calles zigzagueantes de su pintoresca medina te conducirán por zocos, las mezquitas Karaouine, medersas como Bouinania y el hermoso Barrio Judío. Ademas se recomienda las visitas de las Curtidurías de cuero o las Tumbas merinidas
El azul intenso de sus casitas será lo primero que te llame la atención de esta ciudad espectacular. Chefchaouen es perfecta para tomarse un respiro de las grandes urbes y vagar por las callecitas de su medina mientras curioseas las muestras de artesanía popular que se exhiben en su zoco. La Kasbah y la Gran Mezquita son dos puntos de parada obligatoria.
Marruecos alberga auténticos paraísos marítimos ideales para relajarte durante tus vacaciones. Las azules aguas del Atlántico se funden con las tonalidades anaranjadas de los arenales formando una hermosa estampa que te acompañará para siempre.
Ubicada a menos de veinte minutos en coche desde Agadir, este extenso arenal te cautivará desde el primer momento. Olas, naturaleza, restaurantes cercanos, ambiente familiar… Taghazout es muy conocida dentro del mundo surfista por ser uno de los puntos de reunión más concurridos de Marruecos.
Otro paraíso para los amantes de los deportes acuáticos. Si Essaouira es conocida como la ciudad del viento, su playa es conocida por gran parte de la comunidad surfista marroquí como una de las mejores. Su nombre, en bereber, significa “bien diseñada”. Más claro imposible.
Sin duda, una de las playas más bonitas de Marruecos. Flotar en las aguas transparentes de Aghroud es una de esas experiencias que hay que vivir una vez en la vida. Un escenario ideal para desconectar en plena naturaleza.
Si hay algo en lo que Marruecos sabe enamorar es, sin duda, con su deliciosa gastronomía. Tanto si viajas al interior del país, como si lo haces por sus ciudades costeras, el país cuenta con una amplia variedad de recetas que te transportarán a su esencia más tradicional.
Conocido mundialmente. Y no es para menos. Este plato se elabora a partir de sémola de trigo y se acompaña de carne de ternera, pollo, pescado y verduras. Perfecto para reponer energías después de un ajetreado día entre zocos.
De todo tipo y color. Seguro que te suenan las cazuelas de arcilla con tapas puntiagudas. En su interior contienen infinidad de recetas cocinadas con carnes, pescados y verduras. Algunas de las más conocidas son el pollo al limón y la ternera con ciruelas.
Una de las opciones predilectas por los marroquíes en época de Ramadán. La sopa Harira tiene una textura parecida a la de un puré y se confecciona a base de legumbres, ternera y verduras.
Las albóndigas que te robarán el sentido. Se trata de albóndigas de ternera especiadas que, en algunos lugares, también se sirven en forma de pincho moruno y de hamburguesa. ¡Tremendamente deliciosas!
Como, por ejemplo, las empanadillas kabalgazal y las rosquillas sfenj. La mejor manera de terminar una comida, sin duda. Acompaña estos dulces con un delicioso té.
Los zocos son siempre una muy buena opción a la hora de probar la comida tradicional de Marruecos. Si eres amante del marisco, te recomendamos el restaurante Le Jardin d’Eau, en Agadir o Taverne du Dauphin en Casablanca. Si te encuentras en Marrakech, los restaurantes de la plaza Jemaa el Fna te servirán una gran variedad de platos populares que te cautivarán. Uno de los restaurantes típicos de Essaouira es Le Taros, perfecto para degustar los productos propios de la ciudad. En Dar Tajine, en Fez, podrás probar tajines de gran calidad amenizados con espectáculo. El restaurante Darcom, en Chefchaouen te ofrece lo mejor de la gastronomía marroquí en un ambiente agradable y artístico.
Si lo tuyo es la actividad, has venido al lugar indicado. Uno de los puntos a favor de Marruecos es que es un destino muy versátil que te ofrece una gran cantidad de actividades para todos los gustos.
Marruecos es paraíso de los amantes del surf, del kitesurf y de todas sus variantes. Además, los fondos marinos de sus cristalinas aguas favorecen la práctica de snorkel y el buceo. En zonas como Skhirat también se permite la pesca deportiva.
Practicar golf en medio de los hermosos paisajes naturales de este país es el sueño de cualquier golfista. Marruecos destaca por su gran número de campos de golf, de todas las formas y tamaños. Algunos de ellos se encuentran en las proximidades de Agadir, Casablanca y en Marrakech .
Visitar Marruecos es sinónimo de sumergirte en el increíble escenario del desierto del Sáhara. Tanto si tu sueño es recorrerlo en camello, como si prefieres la comodidad del quad, esta maravilla de la naturaleza se merece un lugar especial en tu lista de viaje.
Ubicada en las inmediaciones de Agadir. Esta reserva natural está destinada a proteger y preservar la fauna del Sáhara. Sus verdes senderos te conducirán a través de altas dunas, colinas y acantilados.
En lo alto de la cordillera del Atlas encontramos este hermoso espacio protegido ideal para excursionistas. Su extensa vegetación y la belleza de sus caminos lo convierten en una auténtica joya natural que merece mucho la pena conocer.
Este espacio protegido se encuentra muy cerca de Chefchaouen y está incluida en la lista de reservas de la Biosfera de la UNESCO. Su gran valor ecológico y su gran riqueza natural te cautivarán por completo.
Museos, galerías, festivales, fiestas populares… ¡Marruecos tiene de todo! Y la mejor manera de descubrir su verdadero espíritu es integrándote de lleno en su agenda cultural.
Prácticamente en todas las ciudades de Marruecos podrás visitar museos dedicados a la historia de la región. En la galería Abdelkebir Khatibi, en Casablanca, y en el Museo de Marrakech podrás conocer exposiciones de artistas nacionales
Para los amantes del arte y la arquitectura, Marruecos ofrece varios museos vibrantes y apasionantes, excelentes para completar un viaje y explorar la riqueza del panorama artístico del norte de África.
Uno de los museos más nuevos e interesantes de Marruecos, el Museo Mohammed VI de Arte Moderno y Contemporáneo rinde homenaje a los artistas locales. Situado en un atmosférico edificio blanco que luce el tradicional diseño geométrico marroquí, este museo es la primera institución del Reino de Marruecos dedicada por entero al arte moderno y contemporáneo, y alberga una gran colección de obras de artistas marroquíes e internacionales.
El Museo de las Culturas Mediterráneas de la Kasbah de Tánger es una de las instituciones culturales más antiguas que dan testimonio de la riqueza y diversidad de la cuenca mediterránea. Villa Harris Tanger, fue construida a finales del siglo XIX por el británico Walter Burton Harris, periodista y corresponsal especial de The Times.
El Museo Dar al Bacha (Museo de las Confluencias) de Marrakech es un museo que representa la arquitectura tradicional marroquí. Tampoco hay que perderse el Museo Yves Saint Laurent de Marrakech, ubicado en un edificio de bella arquitectura, de visita obligada para los amantes de la moda.
Como el Festival de las Artes Populares en Marrakech, declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO y una de las mejores maneras para sumergirte en la cultura popular del país. Casablanca se conviert en el foco de los amantes del jazz con su festival Jazzblanca. La ciudad de Agadir acoge anualmente el festival de la miel, perfecto si eres un enamorado de los postres.
Marruecos se está convirtiendo en un destino cada vez más popular para los aficionados a la música, con un calendario de eventos cada vez más emocionante. Para una enérgica mezcla de música y ambiente, prueba el Festival de Músicas del Mundo Gnaoua, que se celebra en junio en la ciudad de Essaouira y promueve la música y la tradición ancestrales de los gnaoua. En Casablanca, Jazzablanca reúne a los amantes del jazz, mientras que el Festival de Música Sacra de Fez es una extraordinaria experiencia espiritual, con música sacra de todo el mundo. También puedes disfrutar del Festival Mawazine de Rabat a finales de mayo, un festival en el que participan artistas internacionales junto a locales y artistas revelación. En Marrakech, Oasis Festival, festival de música, arte y cultura electrónica que se celebra anualmente entre septiembre y octubre.
Marruecos cuenta con varios espacios protegidos e incluidos dentro de programas de sostenibilidad.
Parque Nacional Souss-Massa
Parque Nacional del Toubkal
Parque Nacional de Tazzeba
Parque Nacional Alhucemas
Parque Nacional Talassemtane
Parque Nacional del Alto Atlas Oriental
Parque Nacional de Iriqui
Parque Nacional de Ifrane
Parque Nacional de Jenifra
Parque Nacional de Khenifiss
Parque Nacional Talassemtane
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