Viaja a Agadir
Un oasis para escapar del ajetreo. Así es Agadir. Una hermosa perla atlántica que te invita a desconectar durante tus vacaciones. Agadir es uno de esos lugares en los que el tiempo se detiene. Sus más de 300 días de sol al año lo convierten en el destino ideal para descansar en una de sus paradisiacas playas y dejarse llevar por las olas del Atlántico. Olvídate del móvil. Estás a punto de sumergirte en una experiencia llena de relax, naturaleza, cultura y aventura. ¡Bienvenido a tus vacaciones soñadas!
Ubicada a las faldas de la cordillera del Atlas y cerca del desierto del Sáhara Occidental, el verdadero interés de Agadir radica en su propia versatilidad. Son muchos los que se enamoran de esta tierra por ser una ciudad de sol y playa. Pero Agadir no es solo eso. ¡Es mucho más! Su maravillosa situación geográfica te permitirá vivir experiencias únicas como recorrer el desierto en camello, conocer la fauna autóctona en los jardines y parques de la ciudad y adentrarte en los misterios del Valle del Paraíso.
Si eres de los que adora perderse por las calles de la ciudad estás de suerte. Agadir combina grandes arterias comerciales con pintorescas callejuelas en las que podrás encontrar productos autóctonos a la vez que te integras en el ambiente marroquí. El Boulevard Hassan II es la opción predilecta de los locales para bajar hasta la zona del puerto y pasear junto al océano. Muchos disfrutan de una deliciosa comida en alguno de los restaurantes que envuelven el recorrido. Aunque, si hablamos de comida, tenemos que referirnos sí o sí al icónico Mercado Central. Un amplio recinto en el que no solo podrás degustar lo mejor de la gastronomía de Marruecos, sino también hacerte con algún bonito recuerdo artesanal. Acuérdate, el regateo es deporte nacional.
Agadir es vida. Son playas infinitas en las que quedarse para siempre. Como las paradisiacas Taghazout y Sidi Toual. Agadir es gastronomía. Son aromas y animadas conversaciones por doquier. Es modernidad y apertura. Una perla a orillas del Atlántico en la que querrás quedarte el resto de tu vida.
Si hay algo que define a Agadir son sus paradisiacas playas. Kilómetros y kilómetros de arenales de tono anaranjado que se funden con los tonos azules del océano. Dedicarse unos días de sol y playa es un auténtico placer. Y si además lo haces en uno de los destinos con más riqueza natural de Marruecos, mejor que mejor.
En pleno paseo marítimo de Agadir. La particularidad de esta playa es que a pesar de ubicarse en la ciudad mantiene la esencia natural de sus arenales vecinos. La opción perfecta para refrescarse después de un día completo de visitas y compras en el centro.
Ubicada a menos de 20 kilómetros de la urbe, esta hermosa playa se sitúa en un imponente escenario rocoso. Impresionantes acantilados conforman un paisaje de película ideal para relajarse bajo el sol.
El paraíso surfista. Si eres amante de la tabla esta playa es para ti. Situada a 15 kilómetros de la ciudad, este amplio arenal dispone de servicios en sus inmediaciones. En él se encuentra la conocida Punta del Ancla, uno de los principales puntos surfistas de Marruecos.
Un extenso arenal que te enamorará desde el primer momento. Arena fina, palmeras en las que resguardarse del sol, naturaleza verde y unas aguas cristalinas que permanecerán para siempre en tus retinas. Sin duda, una de las mejores playas de Agadir.
Una hermosa laguna te dará la bienvenida. La playa Tamri, además de enmarcarse dentro de un espacio natural único, presenta un especial valor medioambiental al tratarse de un punto de nidificación de aves. Se encuentra a 40 kilómetros de Agadir.
La gastronomía marroquí es conocida mundialmente por su gran variedad de recetas y especias. Agadir, al tratarse de un destino costero, ofrece una amplia carta de pescados y mariscos. Si lo tuyo es la cocina, esta guía no puede faltar en tu plan de viaje.
Gracias a la maravillosa ubicación de Agadir podrás pedirte un plato de pescado o marisco fresco en prácticamente cualquier restaurante del paseo marítimo. Normalmente, el marisco se sirve frito acompañado de verduras y entre sus especialidades se encuentran los calamares y langostinos.
El tajín es uno de los platos tradicionales de Marruecos por excelencia. Se sirve en una cazuela de fango de tapa puntiaguda y su interior puede ser de lo más variopinto. Desde carne de pollo, cordero o ternera, hasta pescado y marisco. Suele acompañarse de verduras.
Un imprescindible se mire por donde se mire. El cuscús se cocina a base de sémola de trigo junto a carne de pollo o ternera con verduras. La particularidad de este plato es que los autóctonos lo comen tradicionalmente con las manos.
Uno de los platos típicos de Agadir. De hecho, se encuentran en prácticamente todos los restaurantes y puestos ambulantes de la ciudad. ¿El mejor lugar para probarlos? Sin duda, el Mercado Central.
O cuernos de gacela. Uno de los postres tradicionales de Marruecos. Se trata de una empanadilla rellena de almendra. Su forma recuerda a los cuernos de estos animales, considerados un símbolo de belleza.
Si viajas a Agadir con la intención de probar el mejor pescado, entonces tu sitio es Le Jardin d’Eau. Un restaurante con música en directo donde podrás degustar las mejores especialidades del mar. Daffy Rue Oranges y Le Mauresque Complexe Valtur son buenas opciones si lo que buscas es degustar el sabor tradicional de esta tierra. El barrio de Nouveau Talborjt alberga numerosos restaurantes típicos muy asequibles que te descubrirán la auténtica gastronomía marroquí.
¿Buscas emoción en tus vacaciones? En Agadir tienes eso y mucho más. Desde travesías en el desierto a lomos de un camello hasta coronar las olas del océano. La maravillosa ubicación de este destino te permite disfrutar de un amplio abanico de actividades para todos los gustos.
El océano Atlántico tiene todo lo necesario para enamorar a un surfista. Tanto si practicas este deporte como si quieres aprender a sostenerte sobre la tabla, Agadir cuenta con centros especializados y alquiler de equipamiento. En sus playas, además, también se puede practicar kite surf, ski jet y snorkel.
Si lo tuyo son los campos verdes estás de suerte. Muy cerca del centro de Agadir se encuentran Golf de l’Ocean (27 hoyos), Golf Club Les Dunes (9 hoyos) y Golf Club Le Soleil (18 hoyos). Todos ellos disponen de servicio de alquiler de material.
Un extenso gigante anaranjado que cautiva la mirada. El desierto del Sáhara es el desierto más grande del mundo extendiéndose a lo largo de diez países entre los que se encuentra Marruecos. Recorrer una pequeña parte en camello siendo testigo de sus impresionantes dunas es una experiencia que se quedará para siempre en tu corazón.
Un oasis que combina tonos desérticos con una variada vegetación. Entre sus palmeras y sus altas colinas se encuentran las cascadas de Uadi Tinkert y la garganta de Assif Tamraght, perfecta para refrescarte.
Una gran reserva cuyo objetivo principal es reconstituir la fauna del Sáhara y, especialmente, proteger a la especie del Ibis Calvo, en riesgo de peligro de extinción. Sus paisajes se conforman de impresionantes acantilados, dunas y estepas. Un lugar mágico para explorar la fauna autóctona.
Además de relajarte en sus paradisiacas playas, Agadir es un destino que ofrece numerosas opciones para conocer más a fondo su fascinante cultura. Desde museos de historia nacional hasta fiestas tradicionales que te dibujarán una sonrisa en los labios.
La ciudad acoge diversos museos donde podrás conocer sus orígenes bereberes, como el Museo Patrimonio Amazigh, curiosear en la divertida exposición de meteoritos de la Universidad y aprender sobre su historia más reciente en el Museo de la Memoria.
Su gran tamaño sorprende nada más verla. Esta gran noria de más de 50 metros se ubica junto al paseo marítimo y está considerada como la más grande de África. Subirse es sinónimo de espectaculares vistas.
Si viajas a Agadir no puedes perderte el festival de la miel. Celebrado en el mes de mayo, es la excusa perfecta para probar los deliciosos postres tradicionales del país. Otro imperdible es el festival Timitar. Un homenaje a la cultura bereber en el que la ciudad se tiñe de color, música y gastronomía creando una atmósfera única.
El Parque Nacional de Sous Massa es un espacio protegido que sirve de refugio a diversas especies en peligro de extinción. Se declaró parque nacional en 1980 y su riqueza natural y paisajística lo convierte en una de las zonas Marruecos con mayor biodiversidad.
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