Viajar a París
Conocida como la ciudad del amor, la capital francesa es perfecta para ir en pareja, en familia o con amigos. Sus paseos románticos por la orilla del Sena, la Torre Eiffel, el Louvre, la Sainte Chapelle o la Catedral de Notre Dame, harán que tu viaje sea una experiencia inolvidable.
París es sinónimo de elegancia. París es café con croissant en una bonita terraza. París es la ciudad a la que volver siempre porque una vez te sabrá a poco. París es siempre una buena idea, no hay quien se resista a esta ciudad. Paris nous t´aimons.
Esta especialidad francesa está hecha a base de verduras y hierbas aromáticas. Se trata de un estofado de verduras con berenjenas, calabacín, pimientos rojos y amarillos, cebolla, albahaca, ajo y tomates.
Pese a que su verdadero origen es el Antiguo Egipcio, actualmente es una delicatessen de la gastronomía francesa.
Es una especie de tarta salada que tiene muchas variantes aunque la típica es de bacon, jamón o verduras.
Sin duda, el dulce más típico de París.
Parecidas a las napolitanas de chocolate.
Se ha convertido en una de las actividades imprescindibles en la ciudad. El Sena atraviesa la ciudad formando algunas islas como la Île Saint- Louis y la Île de la Cité. Reserva un paseo en barco y déjate sorprender por la belleza parisina. Durante el trayecto encontrarás varios puentes que cruzar como el Puente de las Almas, el Puente de las Artes, Le Pont Neuf, el Puente Nuevo o el Puente de Alejandro III.
El lugar donde todos tus sueños se harán realidad. Según pises Disneyland comenzarás a respirar la magia y encanto que hay en su interior. Este mundo de cuento de hadas está presidido por el Castillo de la Bella Durmiente. Atracciones, cabalgatas, espectáculos… Conoce a Minnie, Mickey, Pluto y toda la familia Disney.
Este pulmón verde de la ciudad es el popular lugar donde los parisinos hacen picnic o descansan en el césped. Aquí encontrarás conciertos gratuitos que disfrutar mientras desconectas del ajetreo de la ciudad.
Pigalle es un barrio en el que podrás ver el cabaret más famoso de todo el mundo. Moulin Rouge se inauguró en un periodo en el que la sociedad de París luchaba por la diversión, la libertad y las ganas de vivir (“joi de vivre”). Seguramente no sea el edificio más bonito de toda la ciudad pero es el icono de toda una época parisina.
Inspírate para tu próximo viaje