Viajar a Alemania
Alemania: la tierra con la historia más negra del mundo cuyos pueblos y ciudades parecen sacados de un cuento. Este país es uno de los más visitados en toda Europa. Sus hermosas ciudades, impresionantes paisajes y castillos de dragones junto con sus festivales, mercados navideños y rutas temáticas, combinan modernidad y tradición en todos sus rincones.
La realidad es que Alemania cada vez atrae a más españoles ya sea para viajar, vivir o estudiar. Gastronomía, calidad de vida y seguridad. Alemania es uno de los países más prósperos de Europa. Alemania es la cuna de grandes como Albert Einstein, Martin Lutero, Ana Frank, Ludwig Van Beethoven o Karl Lagerfeld. No dejes que su oscura historia te engañe, cuando pises su suelo te sentirás como protagonista de tu propio cuento.
Uno de los lugares más bonitos que ver en Alemania. Es considerado uno de los castillos más impresionantes del mundo y fue construido por el apodado “Rey Loco”. Fue utilizado como referencia por Walt Disney para diseñar el Castillo de la Bella Durmiente. El mejor lugar para ver este castillo es desde el Marienbrücke, un puente desde donde además podrás ver los increíbles paisajes que lo rodean.
Si vas a Alemania no puedes prescindir de su capital. Esta ciudad de carácter fue reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial. Grandes avenidas, edificios, museos pero sobre todo ambiente, son algunas de las cosas que tiene esta bella ciudad. Son muchos los lugares que visitar en Berlín pero sin duda te recomendamos la Puerta de Brandeburgo, la avenida Unter den Linder, el Museo de Pérgamo y por supuesto… el Muro de Berlín.
Esta ciudad aloja el tercer puerto más grande del mundo y la bahía ofrece una amplia variedad de mariscos y pescados. Merece la pena pasear por el barrio de Hafen City y conocer el Planten und Blomen en el que está el tercer jardín japonés más grande de Europa.
Una de las grandes ciudades de Alemania. Esta encantadora ciudad tiene un bonito centro histórico en el que destaca Marienplatz, la iglesias Frauenkirche y el Ayuntamiento Nuevo. Pero la capital de Baviera no todo son edificios y monumentos… El jardín renacentista de Hofgarten o el Jardín Inglés son otros imprescindibles para visitar.
Seguro que os suena el nombre de esta ciudad. Es muy famosa por el cuento de los hermanos Grim. Una de las estatuas más representativas de este lugar está al lado de su Ayuntamiento: “Los músicos de Bremen” con un perro, un gato, un gallo y un burro. La catedral de San Pedro, el barrio Schnoor o la calle Böttcherstraße, también son algunos de los lugares imprescindibles en esta ciudad.
Aquí se encuentra la sede del Banco Central Europeo (BCE). Aprovecha este lugar conociendo también Hauptwache, visita su café construido en 1671. Recorre el Museo y la Casa de Goethe, el escritor alemán más importante de la historia de su país.
Una ciudad con historia. Conocida también como “Florencia del Elba”. A finales de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses bombardearon Dresde destrozando completamente su casco histórico y parte de la ciudad. Tardó años en recuperar su energía y esplendor, de hecho, aún siguen algunas pesquisas de reconstrucción. Es una de las ciudades más bonitas de Europa. Aquí podrás hacer muchas cosas: subir a la cúpula de la iglesia Fraunkirche, visitar el Palacio Real o contemplar el mural Fürstenzug.
Simplemente encantador. Este pequeño pueblo está rodeado de unos preciosos paisajes en el valle del río Ammer. Lo que llama la atención de este lugar son las fachadas de sus casas que representan cuentos infantiles: Caperucita Roja, Hansel y Gretel o la casa de Pilatushaus.
Esta ciudad situada a orillas del río Bode, deslumbra por sus más de 1200 casas de vigas de madera. Pasear por sus calles hace que sientas como si se hubiera detenido el tiempo. Tampoco puedes perderte la Plaza del Mercado, visitar alguna de sus iglesias o ver su Rathaus (ayuntamiento).
Hablar de comida alemana es sinónimo de salchichas, cerveza o chucrut (col fermentada), pero lo cierto es que Alemania tiene muchos más platos típicos de lo que te piensas:
Los alemanes lo suelen tomar para cenar. Son una especie de rollos con filetes de ternera finos que se enrollan con bacon, pepinillos, cebolla y mostaza. Suelen ir acompañados de bolas de patatas, col morada y salsa, pero también se pueden servir con puré de patatas o verdura.
Es el plato nacional de Alemania que se tarda bastante en preparar ya que la carne se cocina lentamente en el horno durante horas. Se suele servir con bolas de patata, patatas cocidas, col morada y salsa.
Es una especie de pasta hecha con huevos, harina, sal y agua con gas. Normalmente se sirve como guarnición y suele llevar queso rallado encima.
El codillo de cerdo es otro de los platos tradicionales de la cocina alemana. Se suele servir con algún tipo de col y con patatas.
Por supuesto, no podían faltar las salchichas alemanas. Estos son los tipos clásicos que puedes encontrar:
En este bosque infinito de densa vegetación encontrarás ríos, lagos, cascadas, casas y granjas de madera. Entrar en la Selva Negra es toda una aventura ya que dentro de la misma verás pueblos sacados de un cuento como Gengenbach, Seebach, Triberg, Sasbachwalden o Durbach. La mejor forma de adentrarte en las profundidades de la selva es hacer una ruta en coche, que te dará libertad para poder pararte en cualquiera de sus miradores.
Viajar en coche a través de palacios, ciudades históricas, pueblos salidos de cuentos, castillos medievales y paisajes increíbles. La Ruta Romántica consta de 400 km y transcurre desde Wurzburgo hasta Füssen. En cuatro palabras: es toda una experiencia. Una de las paradas obligatorias es Rothenburg ob der Tauber, uno de los pueblos más bonitos de Alemania. Su ambiente medieval, sus casas de colores y sus calles de piedras harán que te sientas el protagonista de tu propia historia.
Este lago, con una superficie de más de 500km² se encuentra entre tres países: Austria, Alemania y Suiza. Hacer una ruta por su orilla te permitirá disfrutar del encanto de los pueblos medievales que lo rodean y paisajes con bosques, jardines y viñedos. También puedes dar un paseo en barco por el lago, hacer rutas de senderismo o bicicleta o disfrutar de grandes momentos de relax junto al lago.
Si te gustan los whiskys de calidad, este es tu lugar. Este refugio atrae a todo tipo de personas: punks, rockeros e incluso fanáticos de los deportes.
Se trata de la fiesta más popular de Alemania además de una de las más importantes del mundo. Tanto es así que ha sido imitada por destinos como Argentina, Brasil, Chile o Venezuela. Reúne alrededor de seis y siete millones de visitantes en Theresienwiese (Prado de Teresa). Oficialmente, el festival empieza cuando los propietarios de las cervecerías (Wiesnwirte) son escoltados por carros de caballos cargados de barriles de cerveza. Entonces el alcalde abre el primer barril y comienza un desfile de trajes tradicionales.
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