Múnich, una de las ciudades más increíbles de Alemania. Capital de Baviera que podrás recorrer en pocos días. En Múnich simplemente, todo es impresionante. Sus altos precios se reducen si sabes donde buscar y alejarte de las zonas más turísticas de la ciudad.
Múnich es historia y arte. Múnich es renacentista, gótico y rococó. Múnich es recorrer sus calles en bicicleta mientras aprecias todos sus rincones. Múnich es BMW y Siemens. Y, por supuesto, Múnich es el FC Bayern München y toda su afición.
El corazón de Múnich. Este punto clave del centro histórico de la ciudad está rodeado de los edificios más importantes de la ciudad como el Neues Rathaus o el Nuevo Ayuntamiento. De estilo neogótico, destaca por su por su alta torre desde donde podrás disfrutar de las vistas más espectaculares de la ciudad. Pero no solo eso, todos los días a las 11h, 12h y 17h se pone en marcha el carillón para recrear escenas de la historia de la ciudad en el reloj del Ayuntamiento. En el centro de la plaza está la gran Columna de Santa María y a un lado de la misma se encuentra la Fuente de Fishbrunnen.
Otra de las plazas más bonitas de la ciudad. Se encuentra rodeada de inmensos edificios de estilo italiano y un precioso jardín renacentista llamado Hofgarten, perfecto para relajarse y desconectar de la ciudad. En la parte sur de esta plaza también podemos encontrar un monumento en honor al ejército bávaro: Feldherrnhalle. Por si te había parecido poco, en esta plaza también está la Iglesia de los Teatinos con su imponente fachada de estilo rococó y su gran cúpula de cobre.
Se trata del mercado más famoso de la ciudad. Flores, carne, lácteos, miel, pescado, queso, fruta, verdura… Este gran mercado situado al aire libre tiene más de cien puestos para que puedas comprar lo que te apetezca. Sin embargo, una de las mejores opciones para vivir la experiencia alemana plenamente es comprar las típicas salchichas en alguno de sus puestos y llevartelas a las terrazas típicas llamadas biergarten de los alrededores.
Sin duda uno de los imprescindibles en Múnich. Fue el primer campo de concentración regular creado por los nazis. Albergó alrededor de 4800 prisioneros durante el primer año de su fundación, sin embargo, unos años más tarde el número había aumentado a 13260. Pese a que en un principio los prisioneros de esta campo eran comunistas, socialdemócratas y otros opositores al régimen nazi, con el tiempo se incluyeron a romaníes, homosexuales y testigos de jehová.
La denominada Catedral de Nuestra Señora es uno de los edificios góticos más grandes de todo Alemania. Merece la pena entrar al interior de este lugar construido en ladrillo rojo para ver las vidrieras, el altar de San Andrés, la tumba del emperador Luis IV de Baviera y la famosa ‘Pisada del Dieblo’ en el suelo.
Residenz es el Palacio Real. Fue la residencia oficial de la monarquía bávara y actualmente este enorme palacio está convertido en un museo. Su arquitectura es impresionante y sus salas están decoradas con hermosos tapices. Te recomendamos especialmente las salas del Teatro Cuvilliés, el Tesoro y el Antiquarium.
Su principal atractivo reside en que desde su torre podrás disfrutar de las increíbles vistas de Marienplatz con Múnich de fondo. Esta iglesia de estilo renacentista es el edificio más antiguo de la ciudad. También conocida por el nombre de Viejo Pedro en el altar mayor de su interior se encuentra la figura de San Pedro y la reliquia en forma de esqueleto cubierto de oro y piedras preciosas de Santa Munditia.
Múnich estaba rodeada de una imponente muralla durante la época medieval. Actualmente aún se mantienen en pie tres de las cuatro puertas de acceso de la ciudad: la puerta de Karlstor (denominada también Neuhauser Tor), la de Isartor y la de Sendlinger Tor. Sin duda, la más importante es la puerta de Isartor ya que conserva su torre y frescos originales.
Otra maravilla de Múnich. Este enorme complejo barroco fue la antigua residencia de verano de la familia real de Baviera. Su interior se conserva perfectamente, incluyendo sus muebles más antiguos. Tiene un precioso jardín inglés con varios edificios interesantes como Badenburg, Amalienburg, Pagodenburg, Magdalenenklause y el templo neoclásico Monopteros.
La gastronomía bávara generalmente presenta platos grande y consistentes, al igual que la comida alemana en general. Entre los ingredientes principales se encuentra el cerdo que suele ir acompañado de chucrut, mostaza y patatas asadas. Sin embargo, Múnich tiene una gran variedad de platos típicos:
Es un panecillo crujiente que tiene forma de lazo.
Bolas de pan y patata respectivamente, que se sirven para acompañar diferentes platos.
Son unos buñuelos rellenos de carne.
Salchicha escaldada y blanca elaboradas con carne de cerdo, ternera y especias.
Es el queso típico de Baviera. Se prepara con pimentón dulce y cebolla y se presenta como una crema dulce para huntar.
Guiso de ternera acompañado de Kartoffelsalat (ensalada de patatas).
Este enorme parque urbano tiene su nombre en honor a su diseño. Estéticamente parecido a los jardines ingleses, puedes encontrar a personas haciendo surf en una parte del canal Eisbach ya que en este lugar se forman unas olas perfectas para practicar este deporte. Este parque es precioso en todas las estaciones del año, sin embargo, en otoño y primavera las hojas de los árboles tienen unos tonos especiales y podrás disfrutar de su bosque, lago y ríos en todo su esplendor. Además, no solo encontrarás aventura en este parque ya que si sigues sus senderos encontrarás varias esculturas, una Torre China y una Casa de Té Japonesa.
Este inmenso pulmón verde es el parque donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1972. Es perfecto para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Durante el invierno posee una enorme pista de hielo donde aprovechar para hacer unas piruetas sobre ruedas o por lo menos, intentarlo. Además, tiene una torre de televisión de 290 metros de altura con un restaurante giratorio. Comer, girar y disfrutar de las vistas: toda una experiencia.
El templo y hogar del FC Bayern de Múnich. Este estadio simplemente es único. La obra maestra de su arquitectura lo ha convertido en un símbolo de Múnich. Sea futbolero o no, no te lo puedes perder.
Si por algo destaca Múnich son por sus espectaculares Navidades. Concretamente en Marienplatz se monta un precioso mercadillo con cientos de tiendas situadas en casitas de madera donde puedes comprar artículos navideños y comida. Te sentirás como si estuvieras en un cuento.
Este lugar tiene casi cinco siglos de historia y antiguamente funcionó como fábrica de cerveza. Se ha convertido en uno de los lugares más imprescindibles de la ciudad. Hitler empezó allí a dar sus discursos para formar el partido nazi por lo que estar allí es, literalmente, pisar la historia más negra que el mundo ha conocido. Por esta razón, el edificio fue destruido y posteriormente reconstruido. Actualmente es uno de los lugares más famosos de Múnich y una oportunidad para probar la comida tradicional alemana. Pese a que el lugar es muy grande a veces es complicado conseguir asiento por lo que ideal es reservar previamente.
Seas o no un apasionado del motor este lugar es único. Este museo muestra la gran evolución de BMW, una de las marcas de coches más prestigiosas del mundo. El edificio, con forma de neumático, cuenta con motocicletas, coches antiguos, de carreras y todo tipo de artículos relacionados con la marca. Sus prototipos resultan cuanto menos interesantes. Además, puedes visitar el BMW Welt, un enorme concesionario y la Fábrica BMW donde aprenderás todo el proceso de construcción de los vehículos.
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