Viaja a Djerba
En el golfo de Gabes, en la parte sudeste de Túnez, se encuentra la isla de Djerba, con una superficie de algo más de 500 metros cuadrados y separada del continente por tan solo dos kilómetros. Es uno de núcleos turísticos del país, especialmente popular por su turismo exclusivo y de calidad.
Se trata de la isla con mayor tamaño del norte de África y cuenta con unos 150 kilómetros de costa y extensas playas paradisíacas, uno de sus grandes atractivos y principales reclamos. La principal ciudad de la isla es Houmt Souk en la que es una delicia hacer turismo urbano o simplemente pasear entre sus callejuelas de calles encaladas con las puertas pintadas en colores vivos. Visitar su impresionante zoco para adquirir artesanía tunecina, sentarse en alguno de sus pequeños cafés a tomar un típico té de menta y piñones o explorar alguno de sus interesantes monumentos es un plan ideal para un día de vacaciones.
Djerba fue en la antigüedad un importante puerto comercial entre África y Europa. Por ella, han pasado diferentes pueblos como los cartagineses o los romanos, de los cuales aún se conservan algunas ruinas.
Incluso, la isla tiene su parte mitológica ya que aparece en la “Odisea” de Homero. Tras la famosa escena de la huida en barco del canto de las sirenas, Ulises llega a una isla de belleza excepcional, la isla de los lotófagos: Djerba. El mito y la leyenda que conquistó a Ulises perdura hasta el día de hoy en este hechizante destino.
Sin lugar a dudas, el plato fuerte de la isla de Djerba son sus playas. Cualquier viajero quedará enamorado de las maravillosas estampas que ofrecen sus 150 kilómetros de costa: larguísimos arenales de fina arena blanca, bordeados por sugerentes palmeras frente a un cristalino mar Mediterráneo. ¿Qué más se puede pedir?
En la cara norte de la isla, se encuentra la fascinante playa de Sidi Mahrez, un largo arenal con separaciones por formaciones rocosas. La arena dorada está bañada por un mar Mediterráneo tranquilo y de aguas turquesas. Pasar horas tumbado bajo una palmera disfrutando de la suave brisa marina y el cálido sol son una experiencia inmejorable. Además, la zona cuenta con numerosos servicios incluso para practicar tu deporte acuático preferido.
Es una de las playas más conocidas y con más ambiente veraniego de la isla, lo que se debe, sin duda, a que es un auténtico edén. La arena dorada, las grandes palmeras y las aguas cristalinas son los factores principales de su popularidad. Además de la preciosa postal, el visitante puede disfrutar de los restaurantes cercanos, bares en los que tomarse un zumo de fruta fresca y, por supuesto, contratar actividades como el esquí acuático o el buceo.
La gastronomía de Túnez se caracteriza por sacar el máximo partido a los productos frescos de temporada combinados con especias y sabores orientales y africanos. En la isla de Djerba, al ser un destino de costa, el pescado y el marisco tienen un lugar destacado en su cocina y es fácil encontrarlos en las cartas de restaurantes y hoteles en su máxima calidad. Además, no puedes dejar de probar los platos típicos tunecinos como el cuscús o los sabrosos tajines.
No tienen nada que ver con los tajines marroquís ya que en Túnez este plato tradicional es una especie de quiche o pastel salado al horno. Se trata de una mezcla de carne o pescado con verduras y huevo. El más habitual es el que se prepara con pollo aunque también lo encontrarás en su versión de cordero o incluso de pescado, el de atún o bonito es una delicia. Se mezcla con espinacas, patata u otras verduras y se termina con huevo y gratinado al horno.
El cuscús es el plato tradicional de Túnez por excelencia y es casi obligatorio probarlo si viajamos al norte de África. La popular sémola de trigo cocida se acompaña con verduras de temporada como calabaza, calabacines, zanahoria y legumbres como los garbanzos, todo bien especiado, junto con cordero, pollo o pescado. Es fácil encontrar diferentes variantes del cuscús y todas igual de deliciosas.
Aquellos que prefieren platos contundentes, tienen que degustar la kamounia tunecina. Es un guiso de carne, generalmente de cordero, con casquería como hígado, riñón o corazón, se sirve con un sabroso caldo y puede acompañarse de patatas guisadas o arroz cocido.
Desde todo tipo de actividades acuáticas y náuticas hasta la práctica del golf, Djerba es un lugar ideal para dejarse llevar por la aventura o para desconectar practicando nuestro deporte favorito. Si queremos una dosis extra de emoción, qué mejor que adentrarnos en el desierto del Sáhara, ya sea en dromedario, a pie o en cuatro por cuatro.
La isla de Djerba se encuentra en el sudeste de Túnez, a las puertas del desierto del Sáhara. Si queremos tener una experiencia completa de nuestro viaje, no podemos perdernos una excursión al desierto. Disfrutar de la panorámica de Aïn El Anba, visitar pueblos como Beni Khedache o Ksar Hallouf y hacer una parada en el oasis de Ksar Ghilan son recomendaciones antes de adentrarse en el fascinante Sáhara. Adéntrate en la cultura bereber dando un exótico paseo en dromedario a través de las dunas de arena,
Los amantes del golf tienen en Túnez su pequeño paraíso particular ya que en numerosas ciudades y resorts turísticos se han construido campos excepcionales. La isla de Djerba cuenta con un club de golf de más de 120 hectáreas en el cual además de sobre la hierba, jugarás entre dunas de arena, palmeras y unas fabulosas vistas al mar.
Robustas fortalezas en piedra, museos de cerámica, coloridas mezquitas... El patrimonio de Djerba es uno de sus mejores reclamos. Si acompañamos las visitas culturales con danzas folclóricas o visitas a los escenarios de La Guerra de las Galaxias, las vacaciones se convierten en perfectas al instante.
Los seguidores de la saga de la Guerra de las Galaxias conocerán sobradamente que Túnez fue la localización elegida por George Lucas para rodar algunos pasajes de la película, concretamente los que recrean el planeta Tatooine. En la isla de Djerba, el afamado director escogió la localidad de Ajim para algunas de las escenas. Existen numerosos tours y excursiones para recorrer los escenarios de la saga más famosa del cine y visitar las construcciones que sirvieron como decorado. ¡Que la fuerza os acompañe!
Un testimonio viviente de las antiguas luchas por el control del Mediterráneo es el fuerte de Borj el Kebir. Construido en el siglo XIII por el rey de Sicilia, más tarde pasó a estar bajo el dominio español hasta que en 1560, tras una sangrienta batalla, los españoles fueron expulsados de la isla por el ejército del imperio otomano capitaneado por el pirata Dragut.
Djerba tiene una animada y variada vida nocturna. Restaurantes, clubs nocturnos y las discotecas más exclusivas se suceden en primera línea de playa. Sin embargo, si queremos vivir una experiencia única, no nos podemos perder un espectáculo de folclore tradicional. La danza tunecina, también llamada danza del jarrón o Raks al Juzur, de tradición bereber, consiste en un baile a ritmo de música de tambores y sujetando en equilibrio un jarrón sobre la cabeza.
Inspírate para tu próximo viaje