Viajar a Hungría
Si tuviera que describir Hungría en dos palabras serían: belleza monumental. Este país es perfecto para desconectar. Sus joyas de la corona son el lago Balatón y el Danubio. Al noroeste montañas verdes, al este una gran llanura. Pueblos medievales dispersos entre bosques, viñedos, ríos y lagos. Si es que Hungría es bonita la mires por donde la mires.
Esta gran desconocida esconde los paisajes más espectaculares del Centro de Europa. Hungría es grande, muy grande. Más que su Parlamento y que el castillo de Buda. Más que su famoso festival Óbudai-sziget que ocupa una isla entera. Quien sí conoce bien Hungría es la UNESCO ya que ha designado gran cantidad de lugares de este país, Patrimonio de la Humanidad.Este pequeño tesoro del este se queda con un trocito de corazón de todos los visitantes. Conoce a esta gran desconocida. Ven a Hungría.
El lado más grande del centro de Europa. Formado gracias a las aguas del río Zala es el lugar favorito de los húngaros para pasar sus vacaciones. Su paisaje es digno de película gracias a las montañas que bordean la orilla norte del lago y en cuyas laderas están los mejores viñedos del país.
El rey Béla IV de Hungría construyó este castillo real sobre la colina del Danubio. Actualmente es uno de los edificios más bonitos de la capital de Hungría, tanto que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Su exterior no tiene nada que envidiar a su interior donde podrás admirar salas de baile, dormitorios, capillas y bodegas reales entre otras cosas.
Uno de los mayores atractivos en el país. Es el resultado del esfuerzo de cien mil personas que trabajaron para que esta obra de arte estuviera frente a las aguas del Danubio. El edificio más grande de Hungría consta de diez patios interiores y casi 700 habitaciones. Este edificio además esconde un gran tesoro: la corona sagrada de los reyes húngaros.
En cuanto pises este pueblo dudarás de si estás en Juego de Tronos o en el mundo real. No es difícil imaginarse ver dragones volando sobre los barrocos edificios que hay en Eger. Su sangrienta historia es digna de escuchar.
Esta basílica es uno de los monumentos más espectaculares del país. La parada es obligatoria. Pero su belleza y atractivo van más allá ya que aquí nació San Esteban, el primer rey de Hungría.
Este pequeño pueblo parece salido del cuento popular Hansel y Gretel. Sus bajas casas de colores están llenas de cafeterías, museos y tiendas. Rodeado del Danubio, la guinda de este Szentendre es su iglesia blanca de cúpula verde.
Y qué es una ciudad sin sus leyendas… En este caso cuenta la leyenda que Veszprém fue fundada en siete colinas. Vamos, como otras tantas ciudades de Europa. En este lugar encontrarás museos, estatuas, un viejo pozo y por supuesto, la catedral de San Miguel.
Una de las ciudades más conservadoras y ricas del país es la segunda más grande de Hungría. En Debrecen destacan la plaza central de Debrecen, Kossuth tér, la Gran Iglesia y el hotel Aranybika.
Es una sopa de guindas. Pese a que puede parecer un postre, suele ser un plato típico que se sirve como entrante.
La famosa sopa húngara. Está compuesta por carne de vaca, verduras, patatas, pimentón y otras especias.
Una lámina de masa frita con crema de nata y queso o salsa de ajo.
Sopa de pescado de agua dulce con pimentón.
Capas de patata, huevo, queso y salsa horneadas.
Bolitas de col rellenas de carne y arroz. Se suelen tomar con tejföl.
Pollo con crema de paprika y tejföl que normalmente se acompaña de ñoquis.
Pasta con túró (requesón húngaro) y trozos de bacon.
Las posibilidades de este lago son infinitas pero nosotros te proponemos la mejor de ellas: alquilar una lancha motora y navegar por las aguas de este lago. Conocerás gran cantidad de lugares desde en medio del lago. En este lugar también podrás pescar, nadar o hacer windsurf.
Respira aire puro y escoge cualquiera de los senderos que hay en la colina. Podrás disfrutar de un paseo donde las vistas de postal están más que garantizadas.
Estepas, bosques y lagos. Pero lo que llama realmente la atención de este parque son los csikós. Seguro que te suena raro pero y si te digo cowboy o gaucho.. Los húngaros tienen sus csikós, habitantes de las grandes llanuras que conviven con caballos salvajes.
Una auténtica joya escondida de la habitual ruta turística. Aquí los móviles no funcionan por lo que es el lugar perfecto si quieres desconectar y tranquilidad. Graneros, casas con techos de paja, rutas entre lagos y bosques y sobre todo, conocer a los campesinos que trabajan con los animales y la tierra.
¿Te imaginas visitar un bosque escondido en una cueva? En Hungría tienes la oportunidad. Se trata del sistema de cuevas más grande de centroeuropa. Declarado Patrimonio de la Humanidad, ni en los mejores cuentos podríamos haber encontrado algo parecido.
En las discotecas de esta villa las fiestas no tienen fin. Situada al lado del lago Balatón, la noche está asegurada.
Este festival de música electrónica se celebra en Zamárdi desde 2007. Si te gusta este tipo de música, no te lo pierdas.
Cada mes de agosto se celebra en Hungría uno de los festivales musicales y culturales más grandes de Europa. El lugar no es nada más y nada menos que en la isla del viejo Buda, Óbudai-sziget, situada en el Danubio. Más de mil grupos actúan durante este festival donde más de medio millón de jóvenes acuden de muchos países diferentes.
Podrás disfrutar de esta experiencia dentro del castillo de Buda. Aquí encontrarás la colección más grande de artes plásticas de Hungría. Sus exposiciones históricas y temáticas te permitirán recorrer la historia y arte de este extraordinario país.
Si lo que quieres es vida nocturna este es tu sitio. El ambiente universitario de esta ciudad garantiza una noche inolvidable entre bares, discotecas y monumentos que son Patrimonio de la Humanidad.
Una sabrosa cena y una buena botella de vino en este lugar es toda una experiencia. Famosas en todo el país, si vas a Eger no dudes en ir.
Se le llama el “vino de los reyes” y su nombre no hace justicia a su exquisito sabor. No puedes irte de Hungría sin haber sentido el aroma embriagador de este vino por las calles de Tokaj, entra en un restaurante o bar y disfrútalo.
Y no hay mejor plan que relajarse en un spa después de recorrer los muchos lugares de Hungría. La capital húngara tiene spas de todo tipo: modernos, medievales, interiores, exteriores… Prueba uno de los lugares más típicos de este país.
Inspírate para tu próximo viaje