Sorpréndete con Emiratos Árabes
Los Emiratos Árabes son el país con mayor reclamo turístico en el Oriente Medio. Como su nombre indica, no es un único destino, sino que incluye siete emiratos diferentes. Dentro de ellos, Dubai es el más conocido, pero también la capital del país, Abu Dabi.
Aquí las construcciones no han escatimado en gastos y, sin duda, pasear por sus calles entre sus imponentes edificios y amplios espacios impacta notablemente. Dentro de los imprescindibles, destaca Burj Khalifa, un rascacielos de 828 metros de alto que se construyó a lo largo de seis años, o la Mezquita del Jeque Zayed, la más grande del país y con miles de piedras preciosas que brillan en la distancia.
Pero si hablamos de lugares llamativos, la ciudad de Dubai ocupa el primer puesto. Incluye islas artificiales con forma de palmera, como Jumeirah, llena de hoteles de lujo, villas privadas y playas, que se asientan sobre un desierto. The World tiene el mismo concepto, pero recrea un mapamundi. 300 islas, 9 km de largo y 6 km de ancho. ¡Todo creado artificialmente!
Y para extravagancias, los mercados de joyas y piedras preciosas y los centros comerciales, que no solo incluyen tiendas, sino también patinaje sobre hielo y pistas de esquí. Y dentro de los deportes y la velocidad, el parque de atracciones Ferrari World de Abu Dabi tiene la montaña rusa más rápida del mundo.
En contraste con tanto lujo y ostentación, la zona antigua de Dubai, Al Bastakiya, te mostrará una cara diferente. Calles estrechas y pequeñas viviendas junto a una ría, donde residen mayormente habitantes iraníes de Bastak.
Si tienes pensado ir de viaje a los Emiratos Árabes asegúrate de dedicarle varios días. ¡Hay mucho que ver en los Emiratos!
Si hay algo que destaca y que tienes que ver en los Emiratos Árabes sí o sí son sus edificios. Los rascacielos son los que más abundan, pero esta descripción se les queda corta. El Burj Khalifa, de más de 800 metros de altura; el Burj Al Arab, un lujoso hotel de siete estrellas, o la Mezquita Sheikh Zayed, dentro de los religiosos.
Sobra decir que aquí priman las construcciones artificiales, pero no solo en fachadas, sino también en islas y archipiélagos. The Palm Jumeirah es una de las islas más grandes que se han creado, con forma de palmera y llena de hoteles y apartamentos de lujo, así como de opciones para el entretenimiento. También la isla de Yas, con parques de atracciones como Ferrari World, o la de Shuweihat, que es natural y un auténtico paraíso.
Si no te basta con ver lujo, sino que quieres llevártelo a casa, una de las cosas que hacer en los Emiratos Árabes es pasearse por sus enormes centros comerciales. Joyas, piedras preciosas y tiendas de todo lo que puedas imaginar.
El arte y la cultura no faltan, y visitar museos es otra de las actividades que hacer en los Emiratos Árabes. Por ejemplo, el Museo del Louvre; el mayor del Golfo Pérsico, con obras traídas de la sede en París.
Y entre tanta construcción humana, te recomendamos cambiar de aires y descubrir las creaciones de la naturaleza. La lista es larga: el desierto del Rub al-Jali, uno de los mayores del planeta; Hatta Dam, una zona montañosa con varios miradores y donde se encuentra el antiguo pueblo de Hatta Heritage village; la duna de Moreeb, de 300 metros de altura y kilómetro y medio de largo, o Jebel Jais, la montaña más alta que ver en los Emiratos Árabes.
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