Viajar a Copenhague
Una de las ciudades más bonitas y sorprendentes que hay en Europa. La capital danesa presume de tener los niveles de vida y bienestar más altos del mundo. Con la bici como medio de transporte habitual y alimentados por una comida especialmente sana, puedes recorrer sus calles y canales rodeados de sus peculiares edificios de colores.
Copenhague es una ciudad que tiene dos virtudes: la cercanía de los lugares y el gran ambiente de la capital danesa. Esto la convierte en uno de los destinos favoritos para escaparnos unos días e introducirnos en la tranquilidad de sus calles, la simpatía de sus habitantes y su arquitectura única.
Parques relajantes, miradores con vistas espectaculares y palacios de cuentos de hadas: la verdad es que Copenhague no deja indiferente a nadie. Restaurantes de cocina revolucionaria, tiendas de artesanía y lugareños con un talante hospitalario increíble. Teatros, óperas, conciertos, museos… Copenhague lo tiene todo. Pero igual que lo tiene todo, también tiene algo especial para cada uno de sus viajeros. Y no solo es un café con aroma en un precioso distrito.
El canal más famoso de la ciudad. No es para menos, ya que este sitio sirvió de inspiración al famoso escritor Hans Christian Andersen para escribir algunos de sus cuentos más populares. Fue construido en el siglo XVII como entrada a la ciudad por el mar para los comerciantes. Es uno de los lugares más turísticos de la ciudad: sus fachadas de colores y los barcos de madera atracados en la orilla lo hacen especial.
¿Qué sería una ciudad sin su guardián? La Sirenita es uno de los iconos de la capital danesa. Esta escultura de bronce con un metro de altura está puesta sobre una roca cerca del puerto. Es el monumento más visitado de toda Dinamarca, por lo que es una parada obligatoria en Copenhague.
La calle peatonal más larga de Europa. Recorrerla es una de las experiencias danesas más increíbles. Verás multitud de tiendas como la de LEGO o porcelana Royal Copenhagen. Además, alrededor de esta calle están algunos de los mejores restaurantes donde comer en la ciudad.
Otro imprescindible de la capital danesa. Esta iglesia cuenta con uno de los mejores miradores de la ciudad. De estilo barroco, es conocida por su escalera exterior con forma de caracol. Su altar ‘Nuestro Salvador’ posee un mármol blanco y un órgano de tres plantas.
Además de por su arquitectura y sus impresionantes vistas, este edificio destaca porque la subida a él se hace por una enorme rampa interior con forma de caracol. No tiene ni un escalón.
La ciudad libre. Christiana es una zona de la ciudad que está autogobernada por sus habitantes. Se considera independiente de Dinamarca. Actualmente residen alrededor de mil personas entre las que se permite el consumo de marihuana o hachís pero siempre bajo la supervisión del gobierno danés. No es ni mucho menos un lugar peligroso, pero es importante apuntar que está prohibido hacer fotos en su interior.
A este palacio renacentista con un impresionante jardín y rodeado por un foso de agua, solo le falta el dragón. Uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Fue construido como residencia de verano del rey Christian IV. Puedes visitar su interior o simplemente pasear por su alrededor.
Es la residencia oficial de la Familia Real durante el invierno. De estilo rococó, está compuesto por cuatro edificios que forman una plaza presidida por la estatua de Frederick V. Justo enfrente del palacio se encuentra la Iglesia de Mármol cuya cúpula de color verde impresiona hasta a los más reticentes de la arquitectura.
Esta pequeña isla está rodeada de un precioso canal por donde podrás pasear. Allí podrás contemplar sus tres edificios más importantes: la Bolsa, la Biblioteca Real danesa y el palacio de Christiansborg, actual sede del Parlamento.
Pensamos que si viajamos al norte de Europa las playas son inviables y nos encontraremos un mar en que será imposible meter un dedo el pie. La realidad es que el agua está fría pero es posible disfrutar de unos buenos baños a pesar de estar en un lugar nórdico.
La playa más famosa y frecuentada de Copenhague. Aunque la capital danesa no sea un sitio de playa, llegar hasta aquí es todo un regalo. Algo llamativo de este lugar es una plataforma de madera dentro del mar para saltar al agua. Se llama Kastrup Søbad.
Esta playa artificial consta de cuatro mil metros cuadrados y se ha convertido en una agradable estancia para los turistas.
Ideal para familias con niños. Suelen estar muy concurridas si las temperaturas acompañan.
Es la más alejada del centro de la ciudad. Pegada a las dunas, es uno de los sitios más tranquilos para descansar del ruido de la ciudad.
En Copenhague es sencillo encontrar un sitio donde comer bien ya que en la última década se ha convertido en un referente gastronómico. Sin duda tenemos que recomendarte su restaurante Noma, considerado como el mejor restaurante del mundo por la guía Michelín. A continuación te enumeramos los platos típicos de la capital danesa:
Es queso ahumado.
Parecido al queso gorgonzola, es uno de los más famosos.
Es una sopa de buñuelos de mantequilla y harina.
Hamburguesa típica danesa.
Carne de cerdo picada con huevo y cebolla.
Son chuletas de cerdo rellenas.
Sin duda, el plato más famoso de Copenhague. Son rebanadas de pan de centeno untadas con mantequilla y se sirven acompañadas de algún fiambre o ahumado.
Es un delicioso flan de huevo muy parecido al español.
Esta masa de hojaldre rellena de almendras y canela es de los dulces más comunes de las pastelerías danesas.
Si quieres vivir la experiencia completa en Copenhague no puedes perderte este crucero. Con él podrás recorrer la ciudad a través de los canales.
La capital danesa se toma en serio el deporte. Cuenta con miles de clubes deportivos de todo tipo de deportes. Sin embargo, se ha hecho líder en deportes náuticos. Golf, windsurf, escalada, natación, squash… Cualquiera les vale.
Es uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo. Da igual la edad que tengas, este lugar te atrapará entre sus montañas rusas, coches de choque y carruseles. También tiene una amplia variedad de restaurantes, destacando la Fragata de San Jorge que se encuentra en un barco.
Es uno de los museos más interesantes de la ciudad. Alberga una colección de arte antiguo además de obras del siglo XIX.
Una cisterna subterránea en Copenhague. Este lugar llegó a almacenar 16 millones de litros de agua cuando la epidemia de cólera llegó a Copenhague. Actualmente es el museo de arte más contemporáneo que te puedas imaginar.
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