Brujas
Viajar a Brujas
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Descubre Brujas
Viajar a Brujas es sinónimo de encanto y belleza. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y situada en la ciudad de Flandes, destaca por su estilo pintoresco y arquitectura medieval. Aunque su lengua oficial es el Flamenco, muy similar al holandés, no tendrás problemas en encontrar gente que hable francés o inglés durante tu viaje.
Sus canales que se hacen paso entre las curiosas viviendas con tejados medievales cuya historia y arquitectura nos maravilla, son el motivo por el que recibe el apodo de “la Venecia del Norte”
Pese a ser una ciudad pequeña que puedes recorrer en poco tiempo, recomendamos tomarse un tiempo en ella para descubrir todas alternativas y opciones que se pueden disfrutar en cada rincón de la misma.
¿Qué ver en Brujas?
Plaza Mayor, Gran Mercado o Grote Markt
Cuando hablamos de la Plaza Mayor de Brujas, estamos hablando del punto de encuentro de la ciudad tanto para sus habitantes como los turistas que la visitan cada año. Es así el centro neurálgico de ocio estando rodeada de bares y restaurantes donde poder disfrutar de la comida típica del país.
Situada en el corazón de la ciudad, destaca por su gran tamaño que contrasta con las calles estrechas que concluyen en ella. Además, cada sábado se celebra aquí el Grote Markt, siendo considerado este el mercado más importante de la ciudad y en el que podemos encontrar todo tipo de productos frescos, su reconocido chocolate, souvenirs o comida tradicional para empaparse de su cultura e historia.
El Belfort
Esta plaza es de visita obligatoria principalmente por albergar la Torre Campanario o “El Belfort”, siendo considerada esta una de las torres más peculiares y características de la ciudad datada en el siglo XII y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Con más de 80 metros de altura, su función era actuar como una torre defensiva con el objetivo de anunciar posibles ataques. Además, es posible subir a ella. Después de 366 escalones, nos encontramos en el lugar en donde se pueden ver las mejores vistas de la ciudad de Brujas.
Enfrente al campanario, se encuentran las casas gremiales del siglo XVII que llamarán tu atención por sus colores y tejados a dos aguas. Actualmente han sido convertidos en cafés y restaurantes en donde disfrutar de un descanso de tu visita a la ciudad.
Iglesia y barrio de Santa Ana
Pese a que se encuentra un poco distanciada del centro turístico de Brujas, concretamente en la plaza Sint Annaplein (en el barrio de Santa Ana), sacar algo de tiempo para disfrutar de la belleza de la iglesia de Santa Ana es obligatorio en el itinerario de viaje. Datada en el siglo XVII, su interior revestido de mármol, el estilo barroco de su arquitectura o los revestimientos de madera de roble son solo algunos de los aspectos que la hacen realmente especial.
El Muelle del Rosario
Otro de los principales reclamos de la ciudad. Un lugar espectacular bañado por el Dijver, el río que cruza Brujas, y desde el que disfrutar de maravillosos atardeceres.
Un paseo por sus canales.
No hay mejor forma de hacer turismo por la ciudad de Brujas que navegando a través de sus canales, un indispensable para atravesar de una forma peculiar y diferente las calles de la ciudad.
Se pueden encontrar 5 embarcaderos, en los que se encuentran los botes turísticos para disfrutar de una experiencia única protagonizada por los puentes de piedra que la conforman y la belleza de los edificios antiguos que hacen de Brujas una ciudad especial e incomparable.
Además, en este increíble viaje, podrás observar rincones que no puedes ver desde ningún otro lugar, tales como el puente de piedra de San Bonifacio, la plaza de Jan van Eyck o la multitud de patios interiores de las casas.
Lago Minnewater
También conocido como Lago del Amor, es un imprescindible para aquellos que viajen a este destino en compañía de su pareja. Un paseo de la mano de quien más quieres por su bello parque y puentes que conforman un paseo de lo más romántico y encantador.
Plaza Burg
Una parada obligatoria en Brujas es sin duda alguna la plaza del Burg, espacio en dónde a su vez se encuentra el edificio del Ayuntamiento siendo este uno de los edificios más antiguos de Bélgica. Una belleza arquitectónica de estilo gótico, cuya increíble fachada data de finales del siglo XIV y en la que se muestran sus escudos así como 12 estatuas en representación de los meses del año.
Una plaza de gran interés turístico en la que a su vez podrás visitar la Basílica de la Santa Sangre, del siglo XV y de estilo gótico, y que está repleta de una gran riqueza arquitectónica en donde destacan las pinturas de sus muros y techos restauradas posteriormente en el siglo XX ; el Palacio de la Justicia o la Basílica de San Jorge.
Beaterio de Brujas - Casa de Beguina
El Beaterio de Brujas es una de las visitas más curiosas de la ciudad. Con sus orígenes en 1245, permiten conocer de cerca la vida de las mujeres laicas de la época. Además, es posible realizar una visita a la Casa Beguina, empañándonos de sus culturas y viendo de primera mano la vida en el beaterio en el siglo XVII.
¿Qué comer en Brujas?
Si lo que te gusta es comer y degustar los mejores platos de las ciudades que visitas, no podrás abandonar Brujas sin probar sus patatas fritas, el chocolate y los gofres.
En la ciudad presumen de hacer las mejores patatas del mundo y es muy común ver a la gente sentada a la orilla del río con un vaso lleno de patatas que rara vez no va acompañado con algún tipo de salsa.
Los dulces también son otro de los reclamos, ya no solo de la ciudad, sino del país. Bélgica presume de elaborar los mejores dulces artesanales de Europa y no dudan en ofrecer en cada esquina gofres, tortitas o cualquier otro tipo de delicia para el paladar.
Por otra parte, qué decir del chocolate… Conocido a nivel mundial, el chocolate belga cuenta con la garantía del Estado de calidad. Los artesanos lo elaboran con manteca de cacao puro lo que hace que todos los chocolates y productos derivados de este tengan ese toque especial y que hace tan característico al producto. En Bélgica existen diversidad de tipos de chocolates, al menos unas cien variedades según algunos expertos. Tabletas, bombones, trufas… Sea lo que sea que probemos en esta ciudad, nada nos decepciona.
Aventura y deporte
Viaje en globo
No hay mejor forma de visitar y descubrir la ciudad que en globo aerostático. Una forma aventurera con una duración de 3 horas que incluye champán y desayuno o algo de picar (en función del momento del día en el que se realice el viaje).
Ocio y cultura
Si antes mencionamos que en Brujas presumen de tener las mejores patatas fritas del mundo, no podía faltar el Museo de las Patatas fritas o Frietmuseum donde podrás descubrir toda la historia y curiosidad a su alrededor.
Para los amantes de la cultura y los museos, Brujas cuenta con un sinfín de alternativas entre las que destacan el Museo Groeninge y el Memling.
Museo Groeninge
La pintura belga es protagonista en este rincón situado en el casco histórico de la ciudad. Para los amantes del arte, en este museo es posible encontrar una muy completa colección de pintura flamenca que abarca desde los siglos XV hasta el siglo XX.
En él se puede destacar la obra “La Virgen del canónigo Van der Paele” de Jan Van Eyck.
Museo Memling
Situado en el antiguo Hospital de San Juan, es uno de los más antiguos de Europa. Podrás visitar la farmacia, las salas del hospital y una capilla donde encontrarás pinturas de Hans Memling, uno de los más célebres primitivos flamencos que da nombre al propio museo.
Cervecería Duvelorium
Para los amantes de la cerveza, un imprescindible durante el viaje a Brujas es la cervecería Duvelorium: la única cervecería Duvel del mundo.
La cerveza Duvel es un clásico en el país belga, por lo que este lugar se encuentra en la lista de imprescindibles del viaje para probarla antes de finalizar la experiencia en esta ciudad.
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