Viajar a Bélgica
Uno de los países mejor conectados de la Unión Europea pero injustamente eclipsada por sus vecinos Países Bajos, Alemania y Francia, a los que nada tiene que envidiar. Para muchos sigue siendo una gran desconocida pero su gran patrimonio histórico y artístico junto con su lado más cosmopolita, la convierten en un extraordinario lugar.
Bosques y mar. Canales y trincheras. Cascos antiguos medievales. Calles modernas y multiculturales. Ciclismo disfrutando de unos impresionantes paisajes. Mejillones con patatas fritas, cerveza, gofres y chocolate. Sobre todo chocolate. Bélgica simplemente es maravillosa.
Como no podía ser de otra manera, la capital de Bélgica es una parada obligada en el país. Más allá de ser la capital política de la Unión Europea, estamos ante una de las ciudades más bellas y cuidadas del continente. Sus tranquilas calles, interesante museos y edificios históricos la convierten en toda una experiencia para los turistas. Además de visitar la considerada como una de las plazas más bonitas del mundo, te aconsejamos ver el famoso Manneken Pis y pasear por el barrio de Le Sablon.
Esta ciudad es sinónimo de preciosidad. Merecidamente declarada Patrimonio de la Humanidad, es una de las ciudades más bonitas en Europa y de imprescindible visita si vas a Bélgica. Se trata de una ciudad medieval perfectamente conservada. Sus empedradas calles y canales rodeados de edificios de colores hacen que merezca la pena pasar al menos un día entero en este lugar.
La capital mundial del diamante. Amberes está situada a orillas del río Escalada. La ciudad tiene un enorme patrimonio histórico y cultural. Fue una de las ciudades más ricas de Europa y uno de los centros de comercio más importantes. Las ganancias que consiguieron por esas menciones fueron empleadas para construir sus grandes joyas: los edificios de la Grote Markt y el Ayuntamiento.
La joya de Flandes. Uno de los lugares más bonitos de Bélgica sin ninguna duda aunque siempre a la sombra de su vecina Brujas. Elegante, universitaria y animada. Esta tierra vio nacer al emperador Carlos I pero su histórico pasado no hace justicia a su impresionante arquitectura que es capaz de enamorar hasta a los más exigentes viajeros. Sus lagos helados y sus jardines de Citadel Park no dejarán indiferente a nadie.
Esta pequeña ciudad también es conocida como la “Hija del Mosa”. Su privilegiada ubicación a lo largo del cauce del río Mosa la encajona entre unas formaciones rocosas que la vuelven mágica. Dinant es la cuna del inventor del saxofón, Adolphe Sax por lo que te encontrarás cara a cara con sus esculturas a lo largo de toda la ciudad.
Otro de los lugares imprescindibles en Bélgica. En esta ciudad universitaria se respira el ambiente estudiantil en todos los rincones. Su Ayuntamiento es uno de los más bonitos del mundo, solo por eso ya merece la pena venir hasta aquí.
En una palabra, mágico. Disfrutarás de esta ciudad callejeando por su centro histórico hasta llegar a las verdaderas maravillas de la ciudad: la Catedral de Saint Aubain, la Plaza de Armas, el Palacio de Congresos, la Torre de Saint-Jacques y la Iglesia de Saint-Loup.
Este antiguo monasterio fue fundado en 1146 y declarado patrimonio de la Región Valona. Las ruinas de esta enorme abadía están situadas en un fantástico entorno natural que te cautivará en cuanto lo pises.
Ubicado en Flandes, es el popular destino costero de los belgas que viven cerca de la zona. Su arena dorada se sumerge en el tranquilo y cálido mar haciendo de esta playa una estancia perfecta para ir con la familia.
Estas playas ofrecen una verdadera experiencia para los viajeros que busquen relajación y mar. Su blanca arena contrasta con las distintas tonalidades azules del mar.
Una auténtica playa tropical gracias a su arena blanca que cautivará especialmente a los verdaderos amantes del mar.
Arena suave, mar cristalino y hierba que crece en las dunas, bienvenidos a Bredene. En esta joya belga oculta podrás encontrar un paisaje marítimo intacto además de realizar algún deporte acuático como windsurf o kitesurf.
Si por algo destacan las playas belgas es por su maresía, arena dorada y mar azul. Aquí podrás encontrar los tres ingredientes indispensables de las típicas playas belgas.
Situadas en el pequeño y encantador pueblo de De Haan, son las más largas de toda la costa belga. Su paisaje boscoso ofrece la oportunidad de disfrutar de la arena y el mar con unas extraordinarias vistas.
La perla del acogedor pueblo de Wenduine. Aquí encontrarás spas, playas de arena y un sinfín de actividades que te harán vivir una experiencia increíble.
Sus espectaculares dunas de arena con hierba verde la hacen un sitio único. Eso sí, solo es aconsejable bañarse cuando están los socorristas de la playa ya que sus salvajes aguas pueden ser peligrosas.
Si cierras los ojos y te imaginas la playa de tus sueños probablemente tu mente te traslade directamente a este lugar. Amplia, de arena blanca y un especial tono azul del mar. Este lugar es perfecto para relajarse, tomar el sol y dar largos paseos por la orilla del mar.
El plato más conocido de Bélgica sin ninguna duda.
Las famosas salchichas de Flandes. Si no las pruebas es como si nunca hubieras estado en Bélgica.
Codillo de cerdo con salsa de mostaza.
Los típicos gofres con azúcar. Son bastante consistentes.
Esta golosina natural es típica en el país y su forma de cono recuerda a la nariz de los ganteses. Están rellenos de sirope de frambuesa y son extremadamente dulces.
No podía faltar la joya de la corona gastronómica belga. Leonidas, Galler o Godiva son algunas de las famosas marcas que puedes encontrar alrededor de todo el país.
Esta inolvidable experiencia la podrás disfrutar en Bruselas. Un paseo que te trasladará directamente a las páginas de los más emblemáticos cómics de toda la historia. Sentirás que formas parte de ellos.
Te proponemos una de las experiencias más típicas de Bélgica: subir al teleférico a la Ciudadella donde podrás tener unas vistas espectaculares de la ciudad de Dinant. Eso sí, no es apto para personas con vértigo.
Si eres un amante de los deportes acuáticos tienes que venir a esta playa. Conocida por su oleaje podrás surcar con tu tabla las olas del Mar del Norte.
Este país destaca por el ciclismo, siendo la cuna del famoso Eddy Merckx, por lo que no dudes en alquilar una bicicleta para recorrer las ciudades más emblemáticas de las ciudades belgas. Además, los belgas también destacan en el atletismo, el fútbol y las carreras de caballos.
La estrella de los festivales. Mundialmente conocido, Tomorrowland se celebra en la localidad de Boom. Más de medio millón de personas acuden de 200 lugares diferentes cada año para disfrutar del considerado, festival más grande del planeta. Una experiencia que vivir al menos una vez en la vida donde la música electrónica te hará bailar alrededor de esta “Tierra del mañana”.
Inspírate para tu próximo viaje